Somos

ECOLÓGICOS

TAPIA es una empresa certificada como industria ecológica por el CAAE (Comité Andaluz de Agricultura Ecológica)

El CAAE es la entidad de certificación especializada en producción ecológica que más hectáreas certifica en Europa. Más de 1.000.000 de hectáreas.

Desde 1991 prestan servicios de certificación y control para el sector agroalimentario. Es indudable el papel que CAAE ha tenido en el desarrollo de la Producción Ecológica en España, contribuyendo a la profesionalización y valorización de los Productos Ecológicos Certificados de nuestro país. Fueron pioneros en la certificación de producción ecológica y en la creación de normas para el desarrollo del sector como fue la acuicultura ecológica, o la restauración y el comercio con marca CAAE.

CAAE está autorizada por las Autoridades Competentes de las Comunidades Autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha y Castilla y León.

Están acreditados por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) bajo la norma UNE-EN-ISO/IEC 17065:2012 para los alcances de producción ecológica (productos vegetales, productos animales, acuicultura), productos transformados para alimentación humana y animal y Global GAP (frutas y hortalizas) según se recoge en el Anexo técnico en vigor.

Además, están acreditados por el USDA (Departamento de Agricultura de Estados Unidos) para la actividad de certificación bajo los estándares NOP (National Organic Program).

Nuestras razones para elaborar productos ecológicos:

  • Porque son más saludables.
  • Porque no contienen pesticidas.
  • Porque no contienen organismos genéticamente modicados.
  • Porque son respetuosos con la naturaleza.
  • Porque tienen máximos niveles de calidad.
  • Porque son más sabrosos.

En TAPIA apostamos firmemente por los productos ecológicos ya que la tendencia por parte de los consumidores es a consumir cada vez más alimentos más sanos, naturales, respetuosos con el medio ambiente, sostenibles y libres de sustancias químicas perjudiciales.

Los productos ecológicos vegetales respetan los ciclos naturales de los cultivos, evitando la degradación de los ecosistemas. Al no agotar los suelos, no es necesario un abono químico que los contamine. Algunas prácticas favorecen el equilibrio natural: rotación de cultivos, asociación, abono verde, setos… De este modo se potencia la fertilidad natural de los suelos y la capacidad productiva del sistema agrario. Los productos ecológicos se obtienen reciclando los nutrientes y elaborando compost, que se devuelve de nuevo al suelo.

Los productos ecológicos no incorporan sustancias o residuos que puedan ser perjudiciales para la salud humana o mermen su capacidad nutritiva, como pesticidas, herbicidas o insecticidas. No es imprescindible para conseguir alimentos de calidad añadir sustancias de síntesis durante el cultivo o la conservación.

La diversidad es muy importante para el funcionamiento de un ecosistema, pues permite un aprovechamiento óptimo de los diferentes recursos que tiene a su disposición, tales como el suelo, el agua, el espacio o la luz. Sin embargo en los sistemas agrarios actuales se tiende a simplificar, manteniendo unas pocas especies en cultivo. Además, no siempre son especies autóctonas o bien adaptadas, con lo que requieren más “ayuda química” para salir adelante.